Problemas
de Pareja

¿En qué consisten los problemas de pareja?

En Psicogym podemos ayudar a las parejas que están en crisis dotándolas de habilidades imprescindibles para cualquier relación interpersonal.

De acuerdo con Ted Huston, Profesor de Psicología de la Universidad de Texas, las parejas que se divorcian o se separan no se diferencian en desencuentros, discusiones, conflictos, etc. de las parejas que permanecen unidas. Es decir, la probabilidad de que una pareja se rompa no se relaciona ni con la cantidad de conflictos y desacuerdos que haya entre ellos. Lo que distingue a unas parejas de otras es la forma de manejar esos conflictos y la capacidad de aceptación del otro miembro, aun cuando no gusten ciertos aspectos de él.

Investigaciones realizadas en países tan distintos como Australia, Países Bajos, Alemania y Nueva Zelanda llevadas a cabo, entre otros, por John Gottman y Clifford Notarius., se obtuvieron los siguientes hallazgos:

  • - Las grandes pasiones de los primeros años no constituyen garantía de una unión durable.
  • - Casi todas las parejas suelen tener los mismos conflictos.
  • - Casi el 70% de los problemas de pareja no tienen solución.
  • - Los problemas no disminuyen con el tiempo, sino que se agravan.
  • - Las parejas discuten por los mismos temas a través de los años.
  • - La similitud de caracteres o de opiniones no son garantía para una relación estable.

Áreas De Conflicto

Se han identificado 3 principales áreas de conflictos en las parejas:

  1. El poder: Se trata de determinar quien se encarga de hacer las cosas y quien decide lo que hay que hacer en aspectos tan importantes como las finanzas, la educación de los hijos, etc.
  2. La sexualidad, el afecto: La pasión inicial y el enamoramiento va dando paso a la intimidad y al cariño, pero no por eso se ha de perder la atracción por el otro como pareja sexual.
  3. Comunicación: Este es, a nuestro parecer, uno de los mayores problemas que puede tener una pareja. Cuando los problemas no se resuelven a través del diálogo, se enquistan y se producen patrones de comunicación que perpetúan el conflicto y conducen finalmente a la ruptura de la pareja.

Los Cuatro Jinetes Del Apocalipsis

Según Gottman, el problema no radica en las diferencias o en los conflictos ya que ambas cosas son comunes e inevitables en la inmensa mayoría de las relaciones; sino que las parejas que acaban separándose suelen quedar encerradas dentro de intensas emociones negativas y caen en una espiral autodestructiva consistente en emplear por sistema cuatro mecanismos de comunicación que son altamente dañinos, dado que dificultan solucionar lo enmendable o bien aceptar lo incambiable. Si estos mecanismos de comunicación están presentes en una pareja, se puede predecir su divorcio con un 85% o más de probabilidad. Por ello, Gottman, los denominó Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y son los siguientes: Defensividad, Indiferencia, Crítica y Desprecio.

  1. Defensividad: Se trata de una actitud de defensa automática ante lo que es percibido como ataque, eludiendo nuestra parte de responsabilidad en el conflicto y negando las percepciones del otro. No se admite estar equivocado, se buscar excusas, se inventa explicaciones, o se responde con otra queja y/o contraataque. De esta forma, se está culpando implícitamente a la pareja e invalidando su queja.
  2. Indiferencia: Aquí se asume una postura evasiva de distanciamiento y superioridad que consiste en ignorar al otro como si no nos importara. Se apartar la mirada, se responde lacónicamente o se mantiene un absoluto silencio. Con ello se pretende hacer ver que se ha efectuado una condena previa en contra de la pareja.
  3. Criticismo: La crítica consiste en descalificaciones o ataques personales excesivos. No se trata aquí de una simple queja por una conducta específica. Se trata de un ataque en toda regla contra la otra persona, Generalmente se culpa y se difama a la pareja. Las críticas tienen un impacto emocional muy dañino, dejando al receptor avergonzado y humillado.
  4. Desprecio: Se trata aquí de una más que notoria falta de respeto. Se recurre al sarcasmo, a la cara de desprecio o a fruncir el labio en señal de disgusto. La forma más evidente es la burla o el insulto (estúpido, imbécil, etc.). El desprecio se relaciona con la indignación, creciendo a medida que la persona la va almacenando al tiempo que mantiene pensamientos muy negativos acerca de la pareja. También refleja un sentimiento de superioridad, donde se mira al otro devaluándolo y considerándolo indigno.

Estos cuatro mecanismos pueden agudizarse en períodos más críticos, y cada uno de ellos sienta las bases para la siguiente, siendo el desprecio el más destructivo de todos.

En resumen, los conflictos no son negativos en sí mismos y dentro de una relación, los miembros de la pareja deben sentirse seguros como para discutir y opinar abiertamente. Una pareja será disfuncional y estará en riesgo de ruptura solamente cuando recurra sistemáticamente a la utilización de estos cuatro elementos destructivos, es decir, si predominan las interacciones negativas y no son capaces de salirse de la espiral de agresiones.